EL OPTIMISMO NOS PROTEGE DEL ESTRÉS - http://psicologia-malenalede.blogspot.com





El estrés y una vida demasiado agitada, cuando no logra matarnos, pueden debilitar nuestro sistema inmunológico y exponernos a contraer enfermedades.

Cuando vivimos en constantes situaciones de estrés las defensas del organismo pierden el equilibrio y nos convertimos en presas fáciles de todo tipo de infección o alergia.

Los niños son los más vulnerables al estrés,  lo que puede provocarles graves enfermedades inflamatorias en la adultez.

Sin embargo, si mantenemos una actitud optimista y tenemos una psique equilibrada podemos fortalecer nuestro cuerpo y protegerlo de enfermedades futuras.

El optimismo actúa sobre los sistemas nervioso e inmunitario y evita los efectos nocivos del estrés.

El cuerpo y la psique están íntimamente relacionados y el corazón alegre es una buena medicina.

Un estrés de poca duración activa el sistema inmunitario para proteger el organismo pero si se prolonga en el tiempo produce enfermedades.

Ante cualquier situación amenazante, el cuerpo se prepara para la lucha o la huída, sube la presión arterial y el corazón late más rápido para llevar con mayor eficacia los nutrientes a los músculos, la respiración se acelera para que el cerebro reciba más oxígeno y libere sustancias que disminuyen la sensibilidad al dolor. 

Cuando el cuerpo se encuentra en alerta constante se rompe el equilibrio y se ponen en marcha procesos inflamatorios.

El estado psicológico negativo durante el embarazo puede poner a los bebés en riesgo de enfermar de asma y si los problemas familiares continúan después del nacimiento afectará seriamente el funcionamiento de su sistema inmunológico.

¿Cómo hacemos para estar siempre de buen humor? Más que la alimentación, lo que más nos ayuda a ser optimistas son las relaciones sociales saludables y mantener un vínculo de pareja satisfactorio.
Aprender a ser optimista cuando el hábito es estar malhumorado, no es tarea fácil, pero bastaría con mantener el nivel de estrés bajo.

Las personas que no expresan sus emociones segregan cortisol en forma permanente lo que produce la inhibición de su sistema inmunitario; por eso, si no se puede acceder a una psicoterapia, resulta eficaz escribir los pensamientos y los sentimientos, por ejemplo en un diario o registrarlos en una grabadora.

La meditación de atención plena practicada con regularidad también ejerce una acción positiva sobre el sistema inmunitario.

Malena Lede – Psicóloga
Fuente: “Mente y Cerebro” No. 59/2013