VIOLENCIA DE GÉNERO- http://psicologia-malenalede.blogspot.com






Después de la luna de miel comienza una nueva etapa en las parejas: la lucha por el poder.  Es una lucha despareja porque el hombre, que además de ser más corpulento que la mujer, suele ser el principal proveedor de la economía familiar.

Esa diferencia hace a los hombres vencedores y ha contribuido en todas las culturas a mantener su posición de superioridad  con respecto a las mujeres, quienes a su vez no han podido evitar sentirse inferiores.

Los hombres violentos necesitan someter y controlar a las mujeres, quienes no siempre reconocen ni se atreven a defenderse de ese maltrato.

La violencia de género puede ser física, verbal, sexual o económica con el único objetivo del hombre de dominar y someter a la mujer para hacer prevalecer su voluntad.

La tendencia a dominar a la mujer no sólo está determinada por el carácter iracundo o violento del hombre sino que es una forma de relación heredada y valorada culturalmente por una sociedad que en todos los órdenes, apoya abiertamente o en forma subliminal la desigualdad de género.

En sociedades donde ambos sexos ejercen posiciones de poder el nivel de violencia es menor, pero donde es el hombre el que ejerce posiciones de poder, el dominio sobre las mujeres se considera un derecho. El varón ofrece protección a cambio de sometimiento y obediencia, negociación que inhibe la posibilidad de rechazo.

Esta realidad hace que las mujeres desarrollen  recursos para dominar y controlar a los hombres mediante la manipulación; un arma femenina por excelencia que suele dar muy buenos resultados.

Actualmente, la libertad sexual de la mujer y su emancipación económica ha descolocado a los hombres quienes se sienten amenazados por la pérdida del poder en la relación de pareja.

Para recuperar su dominio el hombre actual busca atentar contra la autonomía de la mujer, desalentando todo intento de crecimiento personal o independencia económica, mediante amenazas, intimidaciones o mostrando una falsa actitud protectora.

Otras veces, el hombre se abandona físicamente, mostrándose incapaz de seguir adelante solo si es que ella decide dejarlo o intenta sobornar a su mujer con regalos costosos.

Sin embargo, la violencia doméstica se trata de una relación de dos personas, de un hombre que maltrata y una mujer que se deja maltratar, la mayoría de las veces durante muchos años.

Es importante saber por qué las mujeres afectadas esperan tanto tiempo para deshacerse de ese tipo de relación.

Malena Lede – Psicóloga