El carácter es la
forma singular que adquiere la personalidad psíquica, el estilo de reaccionar de
cada uno basado en el temperamento y la manera de vivir las experiencias.
Las patologías del
carácter surgen del conflicto con nosotros mismos, lo que nos lleva a ser y
parecer quienes somos, lo que queremos ser y lo que somos.
La neurosis de
carácter y la personalidad psicopática, dominan al individuo y a su
individualidad temperamental.
Las neurosis de
carácter, término utilizado por el psicoanálisis, representan las formas de ser
fijadas a una determinada fase del desarrollo libidinal, como por ejemplo el carácter
sado-masoquista, fijado en la etapa sádico anal, caracterizado por la búsqueda de la satisfacción
de la agresividad haciendo el mal a otros o a sí mismo, cuando se satisface en
el dolor, la desgracia y el fracaso propio.
El yo neurótico
busca su identidad y tiene reacciones ansiosas y depresivas. Es una personalidad débil, inhibida,
escrupulosa, insegura, con complejo de inferioridad, que disfraza su angustia
con conductas éticas, estéticas o higiénicas, con fanatismos o dogmatismos, o con
simulaciones, fabulaciones, mentiras, etc.
Los síntomas
neuróticos ponen en evidencia el malestar de la angustia.
Dentro de las
neurosis de carácter, el carácter paranoico es la forma patológica fijada a un
temperamento agresivo o a partir de experiencias frustrantes y
reivindicatorias.
El carácter
esquizoide, es el modo de organización que adquiere la psique cuando permanece
fijada a tendencias primitivas, al narcisismo y a la introversión, debido al
rechazo de la realidad y de la relación con los otros.
El carácter
histérico resulta de la fijación a una necesidad imaginaria que mantiene al
individuo atrapado a los fantasmas y escenas de su vida infantil.
En cuanto a la
personalidad psicopática o yo psicótico, que se estructura sobre la base de una
neurosis de carácter; representa la huida de la realidad y la alienación del yo
a través de creencias delirantes que invierten las relaciones de realidad del yo
con el mundo.
La alienación de la
persona en el delirio se manifiesta a través de síntomas (convicciones, juicios
dogmáticos, creencias irreductibles, que no están de acuerdo ni con la realidad
ni con la coexistencia con los demás.)
Malena Lede –
Psicóloga
Fuente: “Tratado de
Psiquiatría”; Henry Ey
Publicar un comentario
Muchas gracias por participar de este espacio!