COCINAR ES EL ARTE DE AMAR - http://psicologia-malenalede.blogspot.com




La cocina es un arte que hace felices a las personas; porque el que cocina tiene la oportunidad de desplegar toda su creatividad, de disfrutar del plato terminado y de compartirlo con su familia o sus amigos.

Los que cocinan son los únicos que pueden saborear diariamente de lo que hacen con sus propias manos, disfrutar del aroma apetitoso de la comida casera y elegir el menú a su antojo.

Comer es necesario y también placentero; es el momento propicio para estar con otros.

La vida moderna le ha quitado a las comidas su dignidad estética y su valor social, dos elementos claves que ayudan a disfrutarla por anticipado, a facilitar la digestión y a vivir mejor.

Hoy en día, muchos comen solos y además apurados, sin tener la posibilidad  de evadirse de las escasas opciones  que ofrecen los locales de comida rápida.

¿Quién puede ser ahora indiferente ante la inevitable seducción de una hamburguesa con papas fritas?
Son pocos los jóvenes que pueden eludir la tentación y conformarse con una  ensalada de la huerta, 
porque la grasa es adictiva así como también la gaseosa dulce y el helado de plástico; pero lo peor es que cuando el paladar se acostumbra a esta comida es difícil que le resulte agradable otra cosa.

Educar el paladar es una tarea difícil, porque exige cambiar de estilo de vida, aprender a cocinar, ir a comprar lo que se necesita y darle a la comida el lugar en la vida que se merece.

Así como se abandonan las reuniones alrededor de la mesa, también se pierde el hábito de cocinar, de leer un libro o de dialogar, porque apenas quedan fuerzas para manejar el control remoto. 

Por eso son tantos los que eligen vivir solos en un departamento de dos ambientes y cuando tienen hambre llaman al delivery o se hacen un sándwich.

Sin embargo, cocinar puede ser terapéutico para el que eventualmente se siente solo y la televisión no les alcanza; y convertirse en una table de salvación para quienes desean conectarse de nuevo con la vida y salir del círculo vicioso que representa ir al trabajo y volver y tener sólo la opción de prender la tele o la computadora.

Cocinar es la excusa perfecta para invitar a alguien a cenar, para atreverse a  amar y para recuperar la dignidad humana.

Malena Lede - Psicóloga