PADRES COMPINCHES NO SON PADRES SON AMIGOS - Psicología Malena Lede




Ser padres hoy en día no es fácil con el vertiginoso estilo de vida actual que exige hacer tantas cosas en cada vez menos tiempo.

Entonces, se puede elegir eludir ese compromiso, no asumiendo el rol de padres y siendo sólo un compinche.

De esa forma, tratan a sus hijos de igual a igual como si ellos  también fueran adolescentes, pero con la ventaja de tener la experiencia de un adulto.

Hay pocos padres que escuchan a sus hijos, que tampoco dialogan ni intentan aclarar sus dudas y que no saben cómo hablarles a sus hijos.  Tal vez porque conservan aún sus propias dudas y ciertos temas siguen siendo “tabú” para ellos.

Quién mejor que un padre o una madre para explicarle a los hijos los hechos de la vida, sin embargo son pocos los adolescentes que aprenden de ellos, la mayoría tiene que arreglárselas como puede y cargar toda su vida con esa condición que puede arruinar su futuro.

Los padres “compinches” no asumen el rol de padres, eluden el compromiso y los tratan como amigos.  No despejan las dudas de sus hijos, más bien les transmiten sus propias dudas y los confunden, haciendo bromas o chistes con sus interrogantes y hasta  burlándose de su inexperiencia, sin tomarse el trabajo de enseñar nada.

En un grupo familiar, cuando uno de sus miembros no asume el rol como le corresponde, les afecta a todos; porque para mantener el equilibrio y la cohesión del grupo, será otro el que asuma el rol para  compensar esa falta y otro el que tratará de llamar la atención con su conducta.

Los padres no pueden ser compinches de sus hijos porque su rol es poner los límites y fijar las reglas que tienen que cumplir.  Son los padres los que tienen que dialogar con ellos, escucharlos, conocerlos y brindarles su apoyo cuando lo necesitan.

No es un juego de pares, es una función ineludible, es darles a los hijos la oportunidad de expresar todos sus interrogantes, sus miedos y sus emociones reprimidas y la perfecta ocasión para ayudarlos a enfrentar mejor todo lo que los asusta.

Malena Lede - Psicóloga