La enfermedad es la expresión de necesidades insatisfechas.
Esas necesidades se arraigan en la memoria
distorsionando la información que el cerebro envía a las células para su funcionamiento
perfecto. Por lo tanto, si encontramos una forma saludable de
aliviar las tensiones que produce el malestar psicológico, se puede revertir
este proceso.
Estudios realizados en Estados Unidos y Europa a
principios de 1970 mostraron que hacer meditación quince minutos dos veces por
día, produce una notable disminución de la ansiedad y del estrés, estimula la
memoria y hace que las células modifiquen los receptores anormales, seleccionen la información correcta en lugar
de la distorsionada, y se restablezca el orden celular.
Pero las bondades de esta práctica no se reducen
solamente a lograr la recuperación total del individuo sino que se extienden
más allá de él, porque produce también un efecto similar en su entorno,
modifica estados de ánimo alterados, suaviza discrepancias, mitiga las
diferencias y produce armonía a todo nivel; por lo que se puede inferir que si
esta práctica se generalizara, sería el
método más fácil, pacífico y económico para cambiar el mundo.
Los efectos de la meditación son los mismos que se
obtienen con la oración, de manera que si a una persona le resulta más fácil
rezar que meditar recibirá los mismos beneficios.
Para los católicos, rezar el rosario es una opción
valiosa que les puede cambiar la vida, ayudarlos a sentirse mejor, más
satisfechos, alegres y relajados, menos propensos
a deprimirse y menos ansiosos.
El cuerpo cuenta con un mecanismo autocorrector
capaz de reactivarse con el sólo hecho de permitirle a la mente ponerse en
contacto con él; y al liberarse del estrés, el sistema nervioso puede renovar
el recuerdo del equilibrio perdido.
La fe mueve montañas, cura enfermedades, devuelve la
paz interior, minimiza los problemas, proporciona apoyo, confianza, seguridad y
protección.
Cuando la meditación se convierte en un recurso
habitual que se practica todos los días, ofrece la estabilidad del descanso profundo.
Malena Lede – Psicóloga
Fuente:”La perfecta salud”; Deepak Chopra
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