Cómo saber si nos mienten - Psicología Malena Lede




Existen técnicas que permiten saben cuándo una persona nos está mintiendo. 

Paul Ekman, psicólogo autor del libro “Cómo detectar mentiras” se dedicó a investigar cómo distintas formas de comunicación no verbal pueden contener datos valiosos sobre la veracidad o la falsedad de lo que una persona está diciendo.

Los gestos, el tamaño de las pupilas, el tono de voz, el volumen, el color de las mejillas y algunos tics ocasionales, se convierten en valiosas pistas para descubrir un engaño.

Las expresiones emocionales son universales, o sea que todos tendemos a reaccionar de la misma manera cuando queremos expresar un determinado sentimiento, por lo tanto, es posible clasificar estas reacciones e identificarlas para descubrir si las personas mienten o si están siendo sinceros.

Ekman, realizó durante muchos años trabajos de campo en el departamento de Defensa de los Estados Unidos y del FBI, y pudo detectar y clasificar  pequeñas expresiones faciales que pueden revelar la veracidad o la falsedad de lo que dicen las personas en distintos ámbitos,  con un razonable nivel de confiabilidad.

Estos datos pueden ser entendidos y utilizados por cualquier persona que reciba el correspondiente entrenamiento y la necesaria práctica.

Por ejemplo, las pupilas dilatadas y el parpadeo indica la presencia de una emoción, los colores en las mejillas pueden reflejar pudor, rabia o culpa, el movimiento de las cejas sugiere negatividad, mientras el temor o la irritación se evidencian hablando más rápido de lo normal y elevando el nivel de voz.

Distinguir estos datos nos puede resultar útil en la vida cotidiana, tanto a nivel empresarial y laboral como también a nivel familiar o de pareja, para saber si son honestos con nosotros y si podemos confiar en ellos.

Estamos acostumbrados a que nos mientan, los vendedores nos mienten, los avisos publicitarios nos mienten, los políticos nos mienten, lo que hace que la mentira sea la verdad.

El valor de la palabra dada ha pasado de moda, porque hoy se dice una cosa y mañana otra,  y todo es inmediato, precario y falso.

Se hace difícil creer, porque todos en mayor o menor medida, mienten.

Malena Lede - Psicóloga