Libérate de la desconfianza - Psicología Malena Lede




Los teléfonos celulares se han convertido en el instrumento ideal para enterarse de posibles deslealtades conyugales, siempre que no se tenga reparos en violar la privacidad de otro y en generar discordia en la pareja.

La única manera de vivir en armonía una relación estable es cuando ambos se tienen mutua confianza y pueden vivir relajados, despreocupados y  confiados.

Las personas desconfiadas tienen miedo de sus propios presentimientos y  se obsesionan con el control con la esperanza de evitar que suceda aquello que temen.

Por eso intentan controlar sus propias vidas y también las de sus parejas, las sofocan con sus demandas y exigencias y tratan por todos los medios de no perder el dominio de toda situación que les genera ansiedad para poder mantener el equilibrio psíquico.

Sin embargo, la desconfianza es señal de baja autoestima y poca confianza en uno mismo.

La desconfianza es un comportamiento adquirido debido a reiteradas experiencias de frustración vividas en el pasado que permanecen en el inconsciente contaminando el presente.  Esta es una conducta que puede revertirse aprendiendo a confiar en uno mismo, permitiéndose ser más vulnerable, soltando lo que provoca ansiedad y rindiéndose ante lo inevitable para poder comenzar a creer en los demás.

Es importante dejar de pensar en que la propia forma de pensar y de hacer las cosas es la mejor, la más correcta o la más eficaz y comenzar a darse cuenta que los demás también pueden hacer las cosas bien y tener razón.

No se necesita revisar el celular de la pareja para corroborar una infidelidad, porque el engaño es la consecuencia de fallas graves en una relación que ninguno de los dos ignora y eso es lo que hay que corregir, la causa del engaño y no sus efectos.

Y hay que saber perder con dignidad, porque una relación no siempre es para toda la vida y porque puede haber diferencias irreconciliables que es mejor que salgan a la luz antes de contraer mayores compromisos.

Malena Lede - Psicóloga