El Cerebro y la Motivación



La neurociencia ha descubierto que a diferencia de lo que se creía hasta ahora, altos niveles de dopamina en ciertas áreas cerebrales aumentan la motivación del organismo para actuar.

Las hipótesis científicas de hace treinta sostienen que la dopamina es un neurotransmisor que regula las sensaciones de placer, sin embargo en los últimos años los estudios han demostrado que regula procesos que no se relacionan con el placer sino que participa en las sensaciones de dolor, en el estrés, en la aversión, en la frustración , en la evitación de estas emociones e incluso responde a otros estímulos y cuando anticipamos algún hecho.

Los nuevos hallazgos en el estudio de la dopamina han producido un cambio de paradigma y ahora las propuestas revelan que este neurotransmisor tiene dos funciones, una rápida que despierta la atención hacia estímulos que pueden ser importantes y una más lenta que moviliza al organismo para obtenerlos o para evitarlos.

Actualmente los científicos se están concentrando en el estudio de la función lenta de la dopamina, o sea como impulsora de la motivación, ya que representa uno de los elementos del circuito cerebral que nos ayuda a mantenernos activos y a movernos para lograr algún objetivo o recompensa o para evitar experiencias negativas.

La dopamina se libera en forma rápida ante cualquier estímulo intenso no habitual, orientando la atención hacia él, luego es secretada en forma más lenta pero más constante lo que hace que además nos movamos para averiguar qué es lo que pasa.

En un estudio científico realizado en 2012 sobre este tema, existe una relación entre los niveles de dopamina en el cerebro y el esfuerzo que está dispuesto a hacer un individuo al respecto.

Esta diferencia en los niveles de dopamina también hace la diferencia entre las personas más motivadas en su trabajo y las más desganadas.

La falta de dopamina produce, además de depresión, falta de deseos de realizar esfuerzos.

Con frecuencia es común que un sujeto deprimido que no tiene ganas de realizar ningún esfuerzo, no se mueva para lograr alguna recompensa ni tampoco para evitar algo desagradable, pero si tiene alguien que lo hace por él aceptará la recompensa.

Esta función energizante de la dopamina representa un elemento vital para un individuo ya que para obtener lo que necesitan tienen que mantenerse activos y hacer el esfuerzo que corresponde, valorando los costos y beneficios de sus acciones.

Malena.

Fuente: “Mente y Cerebro”; No.62/2013; “La dopamina regula la motivación”; Mercè Correa Sanz, del Dpto. de Psicobiología de La Universidad Jaume I.Castellón y John D. Salamone, del Dpto. de Neurociencia conductual de la Universidad de Connecticut, USA.