Señales premonitorias


La realidad sigue siendo un misterio; sin embargo, los seres humanos, no renuncian al conocimiento y continúan la búsqueda de la verdad desde hace milenios.

Desde el principio el hombre se ha preguntado si todo lo que acontece ocurre por azar o si existen leyes universales que producen los acontecimientos vitales y todos forjamos con nuestra decisiones nuestro propio destino.

Egipto fue una de las más antiguas culturas que con su sabiduría y sus doctrinas místicas influyó en los sistemas filosóficos del resto del planeta.

Los secretos de la alquimia se encuentran en todas las religiones, pero permanecen vedadas para los oídos que no están preparados para escuchar.

Estas antiguas enseñanzas se basan en el poder de la mente más que en el dominio de la materia, o sea, en la transformación de ciertas vibraciones mentales en otras, ya que la intención de los místicos de convertir los metales en oro era más bien su representación simbólica.

Uno de los principios fundamentales de la filosofía hermética es el de Causa y Efecto, o sea que en el universo que conocemos, todo lo que ocurre tiene una causa y sucede en función de una Ley. El azar no existe, más bien es una forma de describir los hechos que suceden debido a una Ley que aún no se conoce.

Arthur Clark, el famoso autor del libro “Viaje a la Luna”; decía que la ciencia ficción es un conocimiento científico que aún no se ha llegado a probar y que todavía se encuentra en el plano teórico.

Existen muchos planos de causalidad en el que los superiores dominan a los superiores, pero ninguno puede evadir la Ley de que todo efecto tiene su causa y toda causa tiene su efecto.

Los sabios son los únicos que no responden a las influencias del ambiente, de la herencia, de la sugestión, de los deseos materiales, de las voluntades de los demás ni a ninguna otra causa externa, porque su voluntad es superior.

La realidad no envía señales constantemente que la mayoría no percibe ni le otorga la mínima importancia, sin embargo, esas señales nos brindan información valiosa sobre los acontecimientos que sucederán en el futuro.

Los acontecimientos no son el resultado de una sola causa sino de una cadena compleja de muchas causas que finalmente pueden dar lugar a un determinado efecto.

Por esa razón muchas veces no comprendemos los fenómenos que se producen y se los adjudicamos al azar.

Según esta cosmovisión, el universo es mental, todo lo que captan nuestros sentidos, la materia, la vida, la energía, etc., es espiritual, incognoscible, indefinible, infinito y vivo. Todo el mundo fenoménico es una creación mental del Todo en cuya mente vivimos, nos movemos y somos; y este principio mental puede servir a la humanidad para aplicarlo a su bienestar y desarrollo.

La mente y todos los demás elementos pueden ser transmutados y cambiar de estado, de grado, de condición, de polaridad y de vibración.

Malena

Fuente: “El Kybalion”, Filosofia Hermetica del Antiguo Egipto y Grecia.