El efecto Flynn sobre el aumento del Cociente Intelectual humano



Los resultados de las pruebas de nivel intelectual se han incrementado desde principios del siglo XX.

En la Universidad de Otago, de Nueva Zelanda, en la década de los años ochenta, el investigador James R. Flynn estudió los resultados de tests de inteligencia en más de veinte países y observó que los puntajes aumentaban a razón de 0,30 puntos por año, o sea, tres puntos cada diez años.

El efecto Flynn, nombre con que se conoce esta progresión, se ha confirmado en numerosos países después de treinta años de investigación y hoy en día este puntaje continúa aumentando.

Este incremento se produce año tras año y parece no variar, por lo tanto los hijos superarán a sus padres, a la misma edad, en diez puntos; y a finales del siglo XX los chicos habrán aventajado a los mayores en treinta puntos.

¿Son más inteligentes los niños o están mejor adaptados que antes para aprender? Porque es habitual que los niños con mayor estimulación o criados en un contexto más rico y complejo aprendan más rápido.

Las nuevas generaciones ingresan en un mundo que tiene otra manera de percibir los objetos, un vocabulario diferente para designarlos, lenguaje especial para manejarse con aparatos de alta tecnología, de modo que su cociente intelectual no refleja tanto su inteligencia innata sino su capacidad para adaptarse a los cambios de su entorno.

Aunque así fuera, no hay duda que las mentes de los nuevos seres humanos, está cambiando.

Flynn considera que este cambio se produce a partir de la revolución industrial, que dio lugar a una transformación social, familias con menos hijos, la educación generalizada, el desarrollo tecnológico y el surgimiento de una nueva clase de profesiones que exigían mayores conocimientos de principios abstractos.

Sin embargo, es evidente que también se han producido avances en la educación institucionalizada, donde un mayor porcentaje de jóvenes tienen la oportunidad de recibir educación terciaria.

Por otra parte, la proliferación de videos juegos, la manipulación de celulares, y ciertos programas de televisión proporcionan una forma de entrenamiento que puede mejorar los resultados de los tests de inteligencia.

En definitiva, el aumento de la inteligencia parece deberse a varios factores y no a uno solo, como una mejor alimentación, una madre más culta, mayores expectativas sobre los hijos, hogares menos numerosos y mayores oportunidades de educación.

A este paso el mundo seguirá cambiando al mismo ritmo como hasta ahora, en función a las acciones humanas, probando la relación que existe entre mente y cultura.

Los avances tecnológicos exigen mentes rápidas que se adapten a los cambios y la gente está reaccionando cada vez más rápido, hablan más rápido, abrevian palabras, inventan códigos para acelerar la comunicación y responder en forma inmediata.

El efecto Flynn muestra la capacidad de adaptación que tienen los seres humanos a los cambios. Pero las destrezas pueden ser útiles para crear pero también para destruir.

Malena

Fuente: “Investigación y Ciencia”; Edición Española de Scientific American, noviembre 2012; “Más allá de los límites de la ciencia”; “¿Seremos cada vez más inteligentes?”; Tim Folger, periodista científico norteamericano premiado en numerosas ocasiones.